No estuvo a la altura de un encuentro entre colíderes invictos el equipo totanero. Y es que salieron acongojados los de Adrián Martínez ante un rival que tenía muy claro lo que había que hacer para ganar el partido, intensidad defensiva, circulación de balón y juego en equipo en ambos lados de la pista.
Así discurría el primer cuarto con un juego espeso, lento, sin aprovechar las ventajas que se ofrecían por parte de los locales, quedándose en 7 puntos, muy corto bagaje para un equipo que pretenda estar en la parte alta de la clasificación, aunque seguían enganchados al partido gracias a que los locales tampoco anotaban con facilidad,14-7 al final de este acto.
Pero en el segundo cuarto se fraguó la victoria archenera, con un juego fluido en ataque, que anotaba en casi todas las posesiones, mientras que los totaneros seguían espesos como el chocolate, llegando al descanso 40-19, y con el partido visto para sentencia.
En la segunda mitad los cambios que introdujo Adrián Martínez sirvieron para cambiar la actitud del equipo, y aunque en ataque no se conseguía anotar con facilidad, en defensa el panorama era otro y los locales ya no anotaban con tanta facilidad. Pero esto fue solo un espejismo y la ventaja llegó hasta los 28 a falta de 15 minutos.
A partir de aquí el partido cambió radicalmente y los totaneros empezaron a hacer bien las cosas, dividiendo y doblando para tener tiros cómodos, a la vez que se defendía con mayor eficiencia. Los nuestros llegaron a acercarse en el marcador con verdadero peligro, estando a 12 puntos a falta de 2 minutos y con el balón, pero se falló y ya no hubo oportunidad de darle la vuelta a un partido que en ningún momento mereció Totana.
Reseñar la buena actitud y actuación de los hombres de banquillo totaneros que dieron aire fresco al equipo, cambiando un inercia que no llevaba a ningún sitio, sobre todo destacaron José Pedro,Javi Gómez,Macanás y José Bartolo, que al menos jugaron con las ideas más claras que el resto del equipo.
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